Las plagas de un texto

1. Plaga de gerundios

Se reproducen como roedores y ocasionan expresiones disparatadas, ambiguas o imposibles de llevar a cabo.

"Entró a la estación del tren llegando en cinco minutos a Tlalnepantla", "Comió tacos afuera del metro enfermándose de tifoidea", "Compró la tablet trabajando durante los viajes", etcétera.

Se erradican ajustando la forma del verbo y enlazándolo al resto de las palabras mediante conjunciones o artículos:

"Entró a la estación... y llegó a...", "Comió tacos..., y se enfermó...", "Compró la tablet para trabajar...".

Si su uso causa dudas, es mejor evitarlos.

2. Plaga de mayúsculas

Una de las plagas más comunes en cualquier tipo de texto. La mayusculitis puede manifestarse en un afán de poner en relieve determinadas palabras, que terminan por dejar de importar.

Podemos empezar por aplicar las mayúsculas sólo a los nombres propios. En la imagen, el abuso de las mayúsculas se manifiesta en la letra y:

Con excepción del apellido Escamilla, las demás mayúsculas
 son incorrectas, pero sobre todo injustificadas.

El exceso de mayúsculas es antiestético, además de que se incrementa la falta de uniformidad (en la imagen, 'esguince' escapa de la mayusculitis, ¿habrá sido a propósito acaso?). El colmo fue escribir con mayúscula 'de', 'una', 'que'.

¡'Persona' con mayúscula! (Ni qué decir de las tildes).

En resumen, las razones para no abusar de las mayúsculas son:

• No es ortográfico. Otros idiomas, como el alemán, deben escribir todos los sustantivos con mayúscula, pero en el español no es necesario aplicar mayúscula a todas las palabras.
• Evitar la fatiga, tanto para el lector como para el que escribe, pues tiene que vigilar que no se escape ninguna palabra.
• Se pierden de vista las palabras importantes.

Nota: Las mayúsculas también se acentúan.

3. Plaga de repeticiones

La falta de sinónimos desata la risa, luego una especie de mareo y, al final, el fastidio. 

Es posible que en una primera lectura las repeticiones se pasen por alto. 

Pero de pronto saltan a la vista:

En ocasiones es difícil encontrar palabras o frases que sustituyan las repeticiones. Pero con ayuda de internet es posible reducirlas a un nivel aceptable: