Estimada Pe:
"¿Qué es la corrección de estilo?", dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila café.
¡Qué es la corrección de estilo! ¿Y tú me lo preguntas?
La corrección de estilo es...
Sin necesidad de puntos, comas, tildes u otro signo, entendemos la mayoría de la información sin complicarnos la existencia, desde un recado dejado en el metro hasta un cartel publicitario hecho con cartulina fosforescente que anuncia tacos, gordas, huaraches, sopes o "quezadillas", que saben lo mismo con esa zeta o sin hache o si son de "cabesa". La puntuación o las tildes no hacen el sabor... Pero siempre hay una excepción. Mira:
A lo mejor yo soy el obsesionado y nadie más ve (y es que la sed es cañona) que en este anuncio una coma es tan necesaria como la baja temperatura en una cerveza. Y no sé qué pasa en el cerebro que reconstruye la mala ortografía o pone las pausas donde deben estar sin malinterpretar las cosas o sin suscitar esos juegos de significados como el del tipo que despierta y le dice a su mujer: "¡Cómo amaneciste, vieja!", pero otro día le dice: "¡Cómo, amaneciste vieja!"
Nadie repara en estas posibilidades, es cierto, pero hay que decir que el esfuerzo mental para estos anuncios no es el mismo para escritos más largos, como, por ejemplo, la tesis que tienes que escribir y que tengo que revisarte, para que tus futuros lectores (tú misma, digo, para empezar) puedan leer sin tropiezos y sin tener que descerebrarse tratando de componer las tildes, las comas y la sintaxis.
Las tildes y las comas no hacen el sabor de tacos, garnachas ni mucho menos el de las chelas, pero en asuntos académicos hacen la diferencia: la imagen profesional.
Tú sabes bien a qué me refiero, tú has visto los mismos disparates que yo y has sufrido (no tanto como yo) al tratarlos de entender y organizar. Sí, yo sé, Pe, que las tesis son, cada día más, cosa del pasado. Pero las que queden ¿por qué han de leerse frunciendo el ceño?
Bye!
"¿Qué es la corrección de estilo?", dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila café.
¡Qué es la corrección de estilo! ¿Y tú me lo preguntas?
La corrección de estilo es...
Sin necesidad de puntos, comas, tildes u otro signo, entendemos la mayoría de la información sin complicarnos la existencia, desde un recado dejado en el metro hasta un cartel publicitario hecho con cartulina fosforescente que anuncia tacos, gordas, huaraches, sopes o "quezadillas", que saben lo mismo con esa zeta o sin hache o si son de "cabesa". La puntuación o las tildes no hacen el sabor... Pero siempre hay una excepción. Mira:
"...en tu consumo gratis clases de salsa..." |
Nadie repara en estas posibilidades, es cierto, pero hay que decir que el esfuerzo mental para estos anuncios no es el mismo para escritos más largos, como, por ejemplo, la tesis que tienes que escribir y que tengo que revisarte, para que tus futuros lectores (tú misma, digo, para empezar) puedan leer sin tropiezos y sin tener que descerebrarse tratando de componer las tildes, las comas y la sintaxis.
Las tildes y las comas no hacen el sabor de tacos, garnachas ni mucho menos el de las chelas, pero en asuntos académicos hacen la diferencia: la imagen profesional.
Tú sabes bien a qué me refiero, tú has visto los mismos disparates que yo y has sufrido (no tanto como yo) al tratarlos de entender y organizar. Sí, yo sé, Pe, que las tesis son, cada día más, cosa del pasado. Pero las que queden ¿por qué han de leerse frunciendo el ceño?
Bye!
¡Se ve que el señorito tiene mucho tiempo libre! Gracias por la explicación. Prometo hacer la tesis... pronto.
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